Tras haber sido adjudicadas por la Consellería de Hacienda, Economía y Administración Pública el pasado mes de octubre, nos complace anunciar el inicio de las obras de restauración del emblemático «Palacio de Calatayud».
Este bien inmueble forma parte del patrimonio cultural valenciano, se encuentra ubicado en el entorno del conjunto histórico protegido de Valencia que conforman la Casa Vestuario, la Catedral, la Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados y el Área de Protección Arqueológica de Ciutat Vella.
Restauración y preservación: Compromiso con el patrimonio cultural
Diseñado en 1907 y adquirido por la Generalitat en 1980, este edificio ha servido durante varios años para diversos fines administrativos. Sin embargo, las intervenciones puntuales realizadas no lograron subsanar las carencias en los tres edificios que componen este bien inmueble, conduciendo a su desalojo en 2015. El proyecto actual se lleva a cabo tras realizar diversas intervenciones previas, como excavación arqueológica, demolición, análisis estructural y levantamiento de planimetría, que han revelado el estado actual del edificio.
Las obras de rehabilitación integral tienen el compromiso de preservar los valores propios que definen estos edificios históricos, por lo que se conservará la estructura, la disposición espacial y la volumetría original. Además, la restauración trabajará en recuperar los revestimientos originales, como los pavimentos de gres de nolla y de baldosas hidráulicas, así como las decoraciones de falsos techos y paredes. También se llevará a cabo la restauración de los colores originales y se restaurarán las carpinterías interiores de madera junto con otras decoraciones, como parte esencial del proceso de recuperación.
Descubrimientos arqueológicos: Un paseo por la historia
En las excavaciones de 2017, se desvelaron varios elementos de gran relevancia histórica, destacando un muro romano en la medianera con el Palacio, que ha resultado un lienzo en el que se puede contemplar las distintas soluciones constructivas a lo largo de los siglos. A tenor de estos hallazgos, se ha optado por integrarlos en el nuevo uso del edificio, estableciendo una conexión a través de una ventana arqueológica con una pasarela metálica, que sobrevuela los restos, destacándose como elemento musealizable.
Innovación sostenible: Modernización energética y ambiental
Para preservar la integridad de las fachadas, se realizarán únicamente los trabajos necesarios de consolidación y restauración, incluyendo la sustitución de las carpinterías de madera, por otras que mantengan la estética original, pero cumplan con los actuales estándares de calidad y aislamiento, lo que mejorará significativamente la eficiencia energética del edificio. Respecto a la cubierta, se eliminarán las actuales de policarbonato en los patios interiores, sustituyéndolas por una cubierta a un agua de vidrio con células fotovoltaicas integradas, esta medida no solo preservará la estética del edificio, sino que también contribuirá al uso limpio y sostenible de la energía solar.
Un puente entre épocas: Un proyecto de integración histórica
Por último, es importante destacar que el proyecto también contempla la modernización integral de las instalaciones eléctricas, de telecomunicaciones y de climatización del inmueble, adaptándolas a los estándares actuales. Es así como el proyecto busca revitalizar este edificio, combinando su función administrativa con la exhibición de elementos patrimoniales que han sido testigos de las transformaciones que ha experimentado la ciudad de Valencia a lo largo de los siglos, de esta manera, se le brinda al edificio una nueva vida, manteniendo intacta su esencia emblemática.